Por: Victor Montoya, Victor Jurado
Con
el aumento de población que se ha presentado en los últimos años, se buscan
arduamente nuevas formas que puedan sostener a toda la población, siempre y
cuando se mantenga un digno nivel de vida con aspectos como: vivienda,
alimento, transporte, etc. Centrándose principalmente en el ámbito del
transporte (el universo, 2014)
Según estadísticas
del INEGI en México, cerca del 88% de la energía primaria que se consume
proviene del petróleo, de este hay que separar el utilizado para la creación de
plásticos y resinas, la industria química (fertilizantes y pesticidas) y la
industria del transporte. ¿Pero qué pasaría si el petróleo se agota? Esto,
aunque suena extraño e imposible, es una realidad que cada día se acerca más
debido a la excesiva utilización del petróleo como materia prima para muchos
procesos de fabricación, procesamiento y transporte de otros materiales,
obteniendo así un decrecimiento de los principales yacimientos de petróleo,
estimando su duración alrededor de 50 años si se utiliza de la misma forma.
Una
alternativa novedosa y cuyo origen proviene de la misma naturaleza, lo cual la
hace amigable con ella, es la utilización de biocombustibles. Estos se elaboran con materiales producidos por los
seres vivos: alcoholes, éteres, ésteres y otros compuestos químicos generados a
partir de los tejidos de plantas y animales, los residuos de la agricultura y
de la actividad forestal, icluso algunos desechos industriales, por ejemplo los
de la industria de la alimentación (¿Cómo
ves?. biocombustibles número 123).
Existen distintos tipos de
biocombustibles, desde el biodiesel hasta el biohidrógeno, proveniente de
desechos orgánicos a través de la fermentación por bacterias.
Se trata de un combustible que se obtiene por
la transesterificación de triglicéridos (aceite). El producto obtenido es muy
similar al gasóleo obtenido del petróleo (también llamado petrodiesel) y puede
usarse en motores de ciclo diesel, aunque algunos motores requieren
modificaciones (Knothe, Gerhard).
El bioetanol puede ser producido a partir de
dos tipos de biomasas: la que es rica en azúcares como lo es la caña de azúcar,
el milo dulce y la remolacha, y la que es rica en almidones como el maíz, la
yuca, etc.. Este en sí no necesita ningún tipo de post-refinación, ya que
contienen las características necesarias para ser un combustible. Sin embargo
es poco utilizado debido a su alto grado de corrosividad en los materiales de
plástico y sus derivados, por lo que los vehículos capaces de utilizar este
tipo de biocombustibles son diseñados específicamente para utilizar bioetanol.
La manera más común de uso es el mezclarlo con gasolina en proporciones de 5 a
10 litros por cada 100 de gasolina para evitar la corrosión producida por este.
Este proviene de la descomposición a través
de bacterias pertenecientes al género clostridium que degradan los desechos orgánicos
convirtiéndolos en ácidos grasos, dióxido de carbono e hidrógeno. Este último
con el potencial de generar una eficiencia en relación consumo-energía de 2.75
veces más que los hidrocarburos y sus derivados, pero sin producir los gases
tóxicos y los efectos nocivos para la naturaleza. Sin embargo, aún no se cuenta
con la tecnología suficiente para poder aprovechar su potencial al máximo (Muy
interesante, revista, CIENCIA/ 26/04/11).
Otra manera
para poder satisfacer estas necesidades es a través de la energía solar, la
cual ya se utilizaba desde el pasado pero de forma limitada. La ventaja que
ofrece esta energía es que se puede llegar a aprovechar sin la preocupación de
agotarse o contaminar. Hasta este año, se inauguró la primera central para
aprovechar este recurso a gran escala en el país, puesto que en muchos países
desarrollados se colocan en los techos de los hogares.
Además,
este método de energía es utilizado para brindar tanto energía como agua
caliente en las comunidades más remotas, en las que el entorno hace casi
imposible brindar estos servicios.
En la
actualidad, uno de los proyectos más grandes que se tiene planeado es realizar
el primer vuelo alrededor del mundo utilizando únicamente la energía solar, lo
cual se hace únicamente con vuelos no tripulados de un tamaño muy pequeño. Para
lograr tal hazaña se ha necesitado diseñar un avión muy diferente a los cuales
estamos acostumbrados a ver, contiene espacio para un tripulante, el largo de
un ala a la otra es de 72 metros (mayor al avión Boeing 747 pero teniendo un
peso 70 veces menor que este).
Se planea
realizar el primer vuelo en primavera de 2014 y realizar la vuelta alrededor
del mundo entre abril y julio de 2015, esto pudiera marca el inicio de una
nueva manera de realizar vuelos comerciales, la única pregunta sería ¿Cuándo se
utilizará en aviones comerciales?
En conclusión,
actualmente existe una gran variedad de biocombustibles, los cuales, a través
del tiempo, permitirán crear conciencia de la importancia del cuidado del medio
ambiente de los seres humanos, para que, paulatinamente, estos puedan
desarrollar día con día nuevos métodos para un planeta limpio y sustentable.
Para más
información sobre el Solar Impulse 2 http://www.solarimpulse.com/en/our-adventure/solar-impulse-2//#.U1RQqfl5Ouk
También
vea:
k-http://www.eluniverso.com/noticias/2014/04/09/nota/2661146/preparan-avion-solar-dar-vuelta-mundo-2015
-Programa de Producción Sustentable de Insumos
para Bioenergéticos y de Desarrollo Científico y Tecnológico, SAGARPA, México,
2009, p. 18
-El manual de Biodiesel, Chapter 2 - La
historia de los combustibles diésel a base de aceite Vegetable, por Gerhard Knothe, ISBN
1-893997-79-0
-"Buscan
Producir Hidrógeno Mediante Bacterias." Muyinteresante.com.mx. N.p., n.d. Web. 20 Apr. 2014. <http://www.muyinteresante.com.mx/ciencia/282000/bacterias-hidrogeno/>.
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